Los restos de White
31 de mayo de 2018
La agrupación Hijos Rosario confirmó que el Equipo de Antropología Forense identificó a Guillermo White, militante de Vanguardia Comunista que había sido secuestrado en 1977, a los 24 años.
White (izq.) era rosarino y jugaba al rugby en Maristas.
Hace 41 años un grupo de tareas del Batallón de Inteligencia 121 del Ejército secuestró en Santa Fe a Guillermo White, militante de Vanguardia Comunista. El primer hábeas corpus para encontrarlo lo presentó su madre, María Rosa Saint Girons, fundadora de Madres de Plaza de Mayo, quien lo buscó hasta su muerte en 2001. La lucha de familiares y compañeros, por la que diez represores fueron condenados a prisión perpetua el año pasado, derivó ahora en su identificación por parte del Equipo Argentino de Antropología Forense, que confirmó ayer la agrupación Hijos Rosario.
“La bronca y la alegría marchan juntas hoy, como otras veces. Por los que no pudieron ver cómo logramos otro objetivo parido al inicio del camino. Y por haber llegado a este presente en el que recuperamos a Guillermo, sus restos, y con ellos su historia, su valentía, su carácter jodón, su identidad política, su militancia en Vanguardia Comunista, su sueño de una patria liberada, y socialista”, lo recordó su sobrino Juane Basso Feresin, militante de Hijos Rosario, quien busca a su padre Emilio Feresin.
Rosarino de 24 años, jugador de rugby en Maristas, un tres cuartos “petisito, flaco y rápido” en el recuerdo de sus compañeros, White fue secuestrado el 10 de febrero de 1977 en un bar de las afueras de Santa Fe junto a su primo político Feresin. El 19 de febrero fue secuestrada su esposa y compañera, Stella Buna, a quien la patota trasladó al centro clandestino La Calamita, en Granadero Baigorria. “Flaca ¿tu marido se llama Guillermo White? Está acá ¿querés que le diga algo?”, le preguntó otro secuestrado. “Le dije que no, pensé que quería sacarme información”, declaró en la causa Guerrieri III. Otro día, desde el baño, escuchó que había otra habitación donde estaban los hombres. Desde allí pudo oír la voz de su pareja. “¿Qué pasó con Guillermo? ¿Dónde está?”, interpeló a los jueces al concluir su testimonio Buna, que tras 40 días de cautiverio se exilió en Francia.
“El hecho de no saber era una tortura psicológica. Lo mismo que no poder hacer el duelo. Es como un presente que ha quedado detenido, una sensación de que sigue ocurriendo hasta hoy, como si fuera un puro presente”, explicó en el juicio María Rosa White, hermana de Guillermo, al recordar que su padre murió al año del secuestro y su madre “dedicó su vida a la lucha”.
Si bien la justicia no hizo todavía el anuncio oficial, Hijos Rosario confirmó ayer que los restos de White fueron hallados en el cementerio La Piedad, en el marco de una investigación iniciada en 2010 por el EAAF, la Unidad Fiscal a cargo de Alfredo Villate y la Secretaría de Derechos Humanos provincial.
“Pienso en mi padre, que desde aquel febrero del ‘77 sólo acumuló tristezas, en mi madre que derribó cuanto muro se puso en su camino, en todos los que lo amamos, en esta familia que formó un colectivo para sufrir, y soñar juntos con lo imposible, que sólo tarda un poco más”, escribió María Rosa en Facebook al conocer la noticia de la identificación. “Gran conmoción, sentimientos que se contraponen y mezclan, y el círculo que cierra y abre hacia una memoria infinita que no deja de golpear su émbolo para construirla”, agregó, y agradeció “a todos los que hicieron posible este encuentro”.
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