La albergará los restos de un estudiante desaparecido
La Universidad Nacional de Río Cuarto aprobó resguardar los restos de José Santiago “Pocho” Amato, a pedido de su familia, hasta que la Justicia autorice su cremación. “La idea es hacer visible al conjunto de los desaparecidos”, dijo el rector Ruiz.
Los restos de José Santiago Amato, secuestrado y asesinado por la dictadura, permanecerán en la Universidad Nacional de Río Cuarto, donde Amato fue alumno. Es inédita la resolución del Consejo Superior de la UNRC, que dio lugar al pedido de Leticia Amato, hermana de José, para que los restos del estudiante sean cuidados por la universidad hasta tanto la Justicia permita su cremación, lo que, en definitiva, ha decidido la familia. “Acompañamos humanitariamente, desde el abrazo, el pedido de la familia de José Santiago, en un compromiso afectivo con ellos –dijo el rector de la UNRC, Marcelo Ruiz–. Es un gesto simbólico y un acto educativo. En nombre de José, la idea es hacer visible al conjunto de los desaparecidos.”
Nacido en Río Cuarto en septiembre de 1954, José Santiago “Pocho” Amato fue estudiante de Medicina Veterinaria de la UNRC entre 1973 y 1975, al tiempo que militaba en el Partido Revolucionario de los Trabajadores. Ante la represión que encabezó en la provincia el gobierno del interventor y brigadier José Lacabanne, el joven se marchó a Buenos Aires. Ya en 1976, Amato fue secuestrado en el partido bonaerense de Berazategui y asesinado el 31 de enero de ese año, cuando tenía 22 años.
Su cuerpo fue hallado en Munro, en 1984, junto a otros siete militantes asesinados, y todos fueron enterrados en una fosa común en el cementerio de Vicente López. Recién en noviembre de este año, a partir de los estudios de ADN realizados por el Equipo de Antropología Forense, pudo establecerse su identidad. Al fin, una resolución judicial estableció que la familia tomara posesión de los restos. Sin embargo, aún no los han autorizado a realizar su cremación, cosa que ya han decidido. Hasta entonces, los Amato le confiarán a la UNRC el cuidado de los restos de José.
Para ello, Leticia Amato, hermana de Pocho, escribió una carta dirigida al rector de la UNRC, Marcelo Ruiz, pidiéndole que los restos de su hermano permanecieran en el campus de la universidad. “Mi hermano tuvo un profundo cariño por esta universidad, y siempre la sentía junto al pueblo como una instancia liberadora. Por esta razón sería un orgullo y un honor que sus restos pudiesen descansar en este predio”, anotó Leticia. Su nota fue acompañada por el texto “José Santiago Amato: Crónica de un estudiante”, escrito por Juan Muzzolón, amigo y compañero de militancia de Amato.
El Consejo Superior de la UNRC resolvió esta semana, por unanimidad, aceptar la solicitud de los Amato. “Desde la universidad hoy hay una política de hacer visibles las marcas de la dictadura –le dijo a Página/12 el rector Marcelo Ruiz–. En nuestro caso no tenemos aún una reconstrucción histórica de esta etapa, y en eso estamos, haciéndolo con distintos tipos de registros.” Ruiz también destacó el trabajo de docentes de la universidad en el vínculo con la familia Amato. La idea es “hacer visible en la persona de José a todos los desaparecidos y muertos por la dictadura militar argentina –dijo–. La figura perversa del desaparecido fue la creación del horror de la dictadura. Ponerlo en palabra, volver a nombrar a José, es continuar con la tarea de las organizaciones de derechos humanos de poner en palabra donde existía el hueco del horror”.
Los restos de José Santiago Amato serán entregados a la Universidad de Río Cuarto el próximo martes, en un acto que encabezará el rector Ruiz y que contará con la presencia del profesor Guillermo Ashworth, representante de la UNRC en la Comisión Municipal por la Memoria, y familiares y amigos de los Amato. Los restos del estudiante permanecerán junto a un monolito en el patio de la Facultad de Agronomía y Veterinaria.
La Universidad Nacional de Río Cuarto aprobó resguardar los restos de José Santiago “Pocho” Amato, a pedido de su familia, hasta que la Justicia autorice su cremación. “La idea es hacer visible al conjunto de los desaparecidos”, dijo el rector Ruiz.
Los restos de José Santiago Amato, secuestrado y asesinado por la dictadura, permanecerán en la Universidad Nacional de Río Cuarto, donde Amato fue alumno. Es inédita la resolución del Consejo Superior de la UNRC, que dio lugar al pedido de Leticia Amato, hermana de José, para que los restos del estudiante sean cuidados por la universidad hasta tanto la Justicia permita su cremación, lo que, en definitiva, ha decidido la familia. “Acompañamos humanitariamente, desde el abrazo, el pedido de la familia de José Santiago, en un compromiso afectivo con ellos –dijo el rector de la UNRC, Marcelo Ruiz–. Es un gesto simbólico y un acto educativo. En nombre de José, la idea es hacer visible al conjunto de los desaparecidos.”
Nacido en Río Cuarto en septiembre de 1954, José Santiago “Pocho” Amato fue estudiante de Medicina Veterinaria de la UNRC entre 1973 y 1975, al tiempo que militaba en el Partido Revolucionario de los Trabajadores. Ante la represión que encabezó en la provincia el gobierno del interventor y brigadier José Lacabanne, el joven se marchó a Buenos Aires. Ya en 1976, Amato fue secuestrado en el partido bonaerense de Berazategui y asesinado el 31 de enero de ese año, cuando tenía 22 años.
Su cuerpo fue hallado en Munro, en 1984, junto a otros siete militantes asesinados, y todos fueron enterrados en una fosa común en el cementerio de Vicente López. Recién en noviembre de este año, a partir de los estudios de ADN realizados por el Equipo de Antropología Forense, pudo establecerse su identidad. Al fin, una resolución judicial estableció que la familia tomara posesión de los restos. Sin embargo, aún no los han autorizado a realizar su cremación, cosa que ya han decidido. Hasta entonces, los Amato le confiarán a la UNRC el cuidado de los restos de José.
Para ello, Leticia Amato, hermana de Pocho, escribió una carta dirigida al rector de la UNRC, Marcelo Ruiz, pidiéndole que los restos de su hermano permanecieran en el campus de la universidad. “Mi hermano tuvo un profundo cariño por esta universidad, y siempre la sentía junto al pueblo como una instancia liberadora. Por esta razón sería un orgullo y un honor que sus restos pudiesen descansar en este predio”, anotó Leticia. Su nota fue acompañada por el texto “José Santiago Amato: Crónica de un estudiante”, escrito por Juan Muzzolón, amigo y compañero de militancia de Amato.
El Consejo Superior de la UNRC resolvió esta semana, por unanimidad, aceptar la solicitud de los Amato. “Desde la universidad hoy hay una política de hacer visibles las marcas de la dictadura –le dijo a Página/12 el rector Marcelo Ruiz–. En nuestro caso no tenemos aún una reconstrucción histórica de esta etapa, y en eso estamos, haciéndolo con distintos tipos de registros.” Ruiz también destacó el trabajo de docentes de la universidad en el vínculo con la familia Amato. La idea es “hacer visible en la persona de José a todos los desaparecidos y muertos por la dictadura militar argentina –dijo–. La figura perversa del desaparecido fue la creación del horror de la dictadura. Ponerlo en palabra, volver a nombrar a José, es continuar con la tarea de las organizaciones de derechos humanos de poner en palabra donde existía el hueco del horror”.
Los restos de José Santiago Amato serán entregados a la Universidad de Río Cuarto el próximo martes, en un acto que encabezará el rector Ruiz y que contará con la presencia del profesor Guillermo Ashworth, representante de la UNRC en la Comisión Municipal por la Memoria, y familiares y amigos de los Amato. Los restos del estudiante permanecerán junto a un monolito en el patio de la Facultad de Agronomía y Veterinaria.
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