sábado, 28 de junio de 2008

Adolfo Ernesto Chorni - Desaparecido el 27/6/78.


No dejo de añorarte Zheide.

Empezaste siendo Mandel no sólo por tu parecido físico a Ernest Mandel, también tenías otras coincidencias más sustanciosas e inolvidables que la apariencia. Y después cuando la cercanía operó en la amistad más allá de las organizaciones distintas a las que pertenecíamos, fuiste y seguirás siendo El Zheide.

En Villa Crespo hay una placa en homenaje a los desaparecidos del barrio, tu hermana Elba la descubrió.

Estás en la lista de los abogados desaparecidos.

En la facultad de Derecho hay una lista que va y viene según el decano y el gobierno. Hace un par de años hicimos un acto en los Pasos Perdidos. Los chicos que ahora estudian en nuestra facultad, tiraron desde el segundo piso un pancarta que hicimos con papel madera y con fotos. Podía parecer estática, pero era una ilusión óptica, las miradas y las risas eran las mismas que caminaban por esos pasillos y esas escaleras, y ahí estaban vitalizando todo; ahí estabas.

Te hubiera gustado Zheide: no hubo sectarismo, hubo re-encuentros y abrazos sinceros.

Nos juntamos como lo hacíamos en la terraza de tu casa. Leímos pedacitos de cartas, hablamos de recuerdos, anécdotas, hubo música… vinieron amigos antiguos y nuevos, familiares de antes y de ahora, compañeros de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, y vinieron de H.I.J.O.S., ya sabés, los chicos nuestros.

Te decía que leímos papelitos sueltos, una guisa de volantes, tu hermana y tu sobrina Sofía, también leyeron.

Hicimos una suerte de da-zi-bao, con lemas y consignas que después llevamos al decanato.

Tengo tantas cosas que contarte Zheide del alma mía… han cambiado tantas cosas y tanto tanta gente…

Tu sobrina Sofía es especial, te llevó aupa en manifestaciones; mis hijos siguen refiriéndose a vos como el Tío Zheide; tus cartas y tus palabras siguen poblándonos, y así seguirán hermano querido.

El tiempo todo lo cura, dice un refrán que se cuela en canciones, poemas y sentencias. No es verdad. El tiempo no borra el horror y tampoco la amistad entera.

Hace un par de estaciones estuve en Auschwitz, y en un muro concreto donde se concentra la pelea por la vida, puse tu nombre, el del Pampa, el de Nora, el de Tito, el del Colo, el de Mónica, el de Rodolfo… no paraba de escribir y las lágrimas intentaban borronear inútilmente las letras.

Hace unos años tu ahijada puso tu nombre y el de todos sus tíos en el Muro de los Lamentos en Jerusalém.

Te dedico notas y artículos. No dejo de extrañarte. Andás en pancartas por las calles de Madrid, de Buenos Aires, hasta en Chiapas nos anduvimos...

No he dejado la lucha por los desaparecidos ni pienso hacerlo. ¿cómo podría dejarte? ¿cómo podría permitir que pesaran más las traiciones, los olvidos, las transacciones comerciales y políticas, las posibilidades de lo posible?... No, Zheide no… Tuve privilegios infinitos: vos sos uno de ellos.

Sin descanso hasta que todos y cada uno de los ejecutores, responsables y cómplices del genocidio estén en la cárcel.

Con todo, (*)
La Turca

(*)Adopté el con todo, tu formulación de despedida, por razones más que obvias.

jueves, 26 de junio de 2008

BEATRIZ Y JULIO. JULIO Y BEATRIZ



El 16 de septiembre de 2006 Beatriz Serebrinsky entró por primera vez al Pozo de Banfield, el último Centro Clandestino de Detención donde fue vista con vida su hija Patricia Huchansky, detenida-desaparecida el 7 de febrero de 1977 junto a su compañero Carlos Francisco Simon.

Ese día se cumplían 30 años de la Noche de los Lápices. Ese día, Beatricita, madre de todos nosotros, por primera vez pudo reconocer el lugar donde estuvo su hija. Había venido desde Mar del Plata a participar de las últimas jornadas del juicio a Miguel Etchecolatz, y con sus más de 80 años insistió en entrar a ver la celda donde estuvo Patricia, y llevó una flor

Los días que siguieron fueron muy difíciles, porque el 18 de septiembre desaparecieron a nuestro compañero JULIO LÓPEZ.

Y Beatriz, nuestra Beatriz, participó de las marchas, exigiendo al Gobierno su APARICIÓN CON VIDA YA!

Beatriz tuvo una larga historia de militante como MADRE DE PLAZA DE MAYO, más de 30 años luchando contra la impunidad, luchando por Memoria, Verdad y Justicia. Nunca tuvo respuesta del Estado sobre el destino de su hija. Nunca vio a los responsables del Pozo de Banfield juzgados ni condenados. Pero nunca bajó los brazos.

Y así, luchadora, la recordaremos para siempre!

Beatriz murió el lunes pasado, a dos días de cumplirse 21 meses de la desaparición de Julio López, y con el corazón cargado de dolor por tu partida, y cargado de fuerza por tu ejemplo y por tu amor, gritamos con vos:

AHORA, AHORA,

RESULTA INDISPENSABLE!

APARICIÓN CON VIDA

Y CASTIGO A LOS CULPABLES!

Asociación de Ex Detenidos-Desaparecidos - Casapueblos - Campaña de Apoyo a Juicios contra los genocidas

lunes, 2 de junio de 2008

Nuestro mejor homenaje....







Licha De La Cuadra (Alicia Zubasnabar de De la Cuadra) se fue sin poder abrazar a su nieta nacida en las mazmorras de la Comisaría 5ta. de La Plata, sin que los ladrones que la robaron y que la mantienen con su identidad cambiada hayan recibido castigo y con apenas uno de los responsables de que su familia esté diezmada, en la cárcel y condenado.


Pero Licha se fue con el cariño y la admiración de todos quienes la conocimos, con el orgullo de haber luchado sin descanso por Justicia, y con la certeza de que quienes compartimos cautiverio con sus hijos, quienes en su momento le acercamos noticias, datos, anécdotas, fechas y hasta el nombre de su nieta: Ana Libertad, no abandonaremos la lucha hasta que todos los genocidas estén en la cárcel.



Ese, nuestro renovado compromiso, es nuestro homenaje


Asociación Ex Detenidos Desaparecidos (AEDD)
Casapueblos
Campaña de Apoyo a los juicios contra los Genocidas

Las muñecas y las palabras




Ellas nacieron en el espanto y nosotras en la clandestinidad, construidas por el deseo de una madre que es nuestra madre: Elsa Martinez Garreiro, para dar amor, traer juegos y no llegar con las manos vacías después de meses de ausencia.

Nosotras la esperábamos en la casa de los abuelos las tres juntas, digo las tres porque mis tíos tambien venían a visitarnos, cuentan que cuando llegó estaba más flaca abrió los brazos y nos dio un abrazo grande y largo, me lo imagino con cosquillas en la panza, nos trajo regalos, una muñeca para cada una, las dos negras con vestido a lunares, rojo con lunares negros, bombachas celestes, una más grande que la otra, una con anteojos y otra sin anteojos, la más grande para mi hermana Elsa que es la más grande, la más chica para mí que tenía ya un año, trajo también una canción guitarrera que estaba firmada por papá en la que se contaba una historia donde papá estaba en casa y venían distintos animales que pidiendo comida se amontonaban uno sobre otro, él los alimentaba y después se marchaban; después supimos que esa no era la letra de papá ni su letra sino algo que la vieja armó para no contar que lo habían asesinado y por eso no estaba en la visita, despues nos explicaría, planeaba cosas pensado que saldría, digo para sobrevivir, estaría segura, pienso, que saldría para quedarse con nosotras no de visita sino para siempre.

Nosotras Elsa y yo crecimos separadas: una en Uruguay con la mamá de mi mamá y yo con mis abuelos paternos, tapamos los agujeros de la ausencia fuimos puestas por la familia en el punto justo del dolor, mientras nos perdimos a nosotras mismas como hermanas.

Pero esas dos muñecas permanecieron juntas guardadas en el fondo de una caja con ropa, escondidas, los abuelos tenían miedo que alguien se las lleve como a nosostras, como a sus hijos. Cuando las saqué de la caja debía tener 8 años más o menos, recuerdo ese momento, recuerdo la congoja y la tristeza que sentí, las miraba y les buscaba algo, las desarmé y rearmé buscando una carta o algo que hable de mi mamá, el crecer con los abuelos paternos me llevó también a perder a mi mamá por un tiempo, pero yo sabía que ella estaba en esas muñecas.

A los 18 años comencé una relación con mi hermana no sin complicaciones, claro, en ese momento sentí la necesidad de darle su muñeca, era suya se la mandé con una carta, ahora estábamos las dos juntas.

Nunca jugué con ellas, era algo que se cuidaba pero con lo que no se jugaba, tienen las negritas 29 años, han sido nombradas en los juicios de la ESMA, por donde pasaron mis tíos Osvaldo, Susana, Moni, Víctor y el Sueco, no digo con esto una falta de tiasgo al resto pero con ellos tengo un vínculo que trasciende con creces la militancia, un llevarlos en el corazón por haberme traído también ellos a mis padres y tíos.

Ellas con la presencia reforzaron esos relatos pero no se mostraron hasta que nosotras empezamos a llevarlas, viajaron a España y a Mexico, llevamos de forma mágica a mi mamá a los juicios por sus asesinos y mi mamá habló por medio de las muñecas, reforzó la palabra, con su voz de la cual no tengo registro, habló del espanto pero también habló del amor.

Laura Villaflor.