viernes, 3 de noviembre de 2017

Imágenes para no olvidar, lucha para continuar

Carlos Sueco Lordkipanidse (AEDD) 
Hay situaciones que me hacen saltar las lágrimas sin poder evitarlo.
Hoy, fue el abrazo entre Alberto Santillan y Sergio Maldonado, durante el acto en la Plaza de Mayo.

COMPAÑEROS SANTIAGO Y DARIO, PRESENTES !!!!



Dialogo:
Sergio : Gracias por todo lo que hicieron y movilizaron...

Carlos Sueco Lordkipanidse (AEDD) : Tranquilo Sergio, vos dale para adelante, que acá no se rinde nadie....
Foto: Karina Diaz (Gracias)

Daniel Viglietti : No digo nombre ni seña, sólo digo :Compañeros !!!!!

Ha muerto el amigo-compañero-hermano. El que estuvo siempre en todas, y que seguirá estando en sus canciones sembradas en el corazón de los pueblos en lucha. Siempre dispuesto a ejercer el mejor oficio de la humanidad : la solidaridad.

La noticia tuvo el efecto de un latigazo. De repente, había que comenzar a hablar en pasado de Daniel Viglietti en Uruguay, Argentina, en América Latina y más allá. Porque Vigliettti, voz esencial del canto popular de esta región, autor de algunas de las canciones que formaron parte de la banda sonora de una época, los años sesenta y setenta, en especial, y, además, guitarrista extraordinario, falleció a los 78 años. Su vida cesó mientras era sometido a una intervención quirúrgica en la capital uruguaya.

Había nacido en Montevideo en 1939. El cuerpo del autor de 'El chueco Maciel' fue velado en el Teatro Solís de Montevideo.  Viglietti creció en un mundo atravesado por la música. Su madre, Lyda Indart, era pianista y César Viglietti, su padre, guitarrista como el abuelo de Daniel, y a la vez reconocido investigador de la música popular uruguaya. Desde siempre navegó entre dos aguas, la académica y la que, dijo el diario 'El Observador', brota de la tierra misma. Estudio el instrumento con uno de los maestros y compositores más relevantes de América Latina, Abel Carlevaro.


Pronto entendió que esos saberes y técnicas no eran propiedad exclusiva de lo que se puede entender como la música 'clásica'. Lo ayudaron mucho el descubrimiento, al otro lado del Río de la Plata, de Athaualpa Yupanqui, y, también los estremecimientos de la historia. Al despuntar la década del sesenta, y el giro político y cultural que supusieron para la región los acontecimientos en Cuba, el joven Viglietti no dudó: lo suyo sería el escenario, pero para cantar y decir las nuevas verdades sin renunciar a lo heredado. La guitarra se colocó al servicio de lo que en América Latina se llamaría la Nueva Canción. 'A desalambrar', 'Gurisito', 'Milonga de andar lejos', 'Yo no soy de por aquí', llegaron a través de esa voz grave que podía ser ardiente e íntima. 

Escucha, yo vengo a cantar 
Por aquellos que cayeron. 
No digo nombre ni seña, 
Sólo digo compañeros. 

Y canto a los otros, 
A los que están vivos 
Y ponen la mira 
Sobre el enemigo. 

Ya no hay más secreto, 
Mi canto es del viento, 
Yo elijo que sea 
Todo movimiento. 

No digo nombre ni seña, 
Sólo digo compañeros. 
Nada nos queda y hay sólo 
Una cosa que perder. 

Perder la paciencia 
Y sólo encontrarla 
En la puntería, 
Camarada. 

Papel contra balas 
No puede servir, 
Canción desarmada 
No enfrenta a un fusil. 

Mira la patria que nace 
Entre todos repartida, 
La sangre libre se acerca, 
Ya nos trae la nueva vida. 

La sangre de túpac, 
La sangre de amaru, 
La sangre que grita 
Libérate, hermano.

jueves, 2 de noviembre de 2017

Ivonne Pierron monja. Militó en el PRT-ERP Tenia 88 años y falleció el 28-9-17

La monja francesa Ivonne Pierron, de 88 años, quien hace más de tres décadas vive en Misiones, atravesaba un delicado estado de salud. Su legado en la tierra colorada siempre estuvo ligado a los derechos humanos. El gobernador de la provincia, Hugo Passalacqua, lamentó el suceso y anunció a través de su cuenta de twitter que: “He decretado duelo provincial por el fallecimiento de la hermana Ivonne Pierron, insigne luchadora por los derechos humanos. Descanse en paz”.

En tanto, desde el Consejo General de Educación de Misiones informaron que las escuelas mantendrán las banderas a media asta en todo el territorio provincial en “reconocimiento a su vida como promotora de la paz y defensora de los Derechos Humanos”.

Como sobreviviente de la última dictadura cívico-militar logró salvar su vida saliendo del país y volviendo a Francia pero lamentando el cruel destino final de sus hermanas en la fe, Alice Domon y Leonie Duquet.

La hermana Ivonne Pierron nació en Alsacia , Francia, en 1928, y llegó a la Argentina en 1955 con la congregación las Misiones Extranjeras a los 17 años.

Durante 20 años misionó junto con Alice Domon y Léonie Duquet. Cuando hallaron los restos de Léonie Duquet sostuvo: “Yo nunca perdí las esperanzas. Se sabía que estaban en el mar y el mar siempre trae de vuelta”.

“Vinimos para ser uno más del pueblo y luchar con la gente contra los atropellos. Luchadoras. Eso eran”, dijo sobre sus compañeras asesinadas. Y subrayó “que hayan encontrado a Léonie es una buena señal. Ahora se sabe lo que les hicieron. Ellos pensaron que nadie se iba a dar cuenta y una vez más se equivocaron”.

Cuando decía “ellos”, Pierron se refería a los cabecillas de la dictadura a quienes llamaba “monstruos” y “robots del mal”, y los comparaba con los nazis.

Consultada sobre si alguna vez tuvo miedo de morir esto decía: “Uno se compromete y sabe que en cualquier momento puede pasar, pero cuando se defiende la verdad, la justicia para sus hermanos, no se puede dejar el trabajo”.

Y ante el interrogatorio de que si sus compañeras y ella apoyaban la lucha armada respondió:“Nada que ver. Eso es otra cosa; no nos competía. Nosotros queríamos hacer lo mejor con la gente”.

Sobrevivir “para contar la verdad”

La hermana Pierron eligió la tierra colorada hasta el último día de su vida. Reside en Misiones desde la década del 70. De profesión enfermera, siempre estuvo abocada al cuidado de la salud de los niños y ancianos.

Pierron fue compañera de Alice Domon y Léonie Duquet, las monjas francesas secuestradas y sometidas a tormentos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y luego arrojadas al mar en 1977, durante la dictadura de la junta militar que presidió Videla.

El entonces teniente de la Marina, Alfredo Astiz, fue el encargado de infiltrarse entre los familiares de las víctimas y entregarlas a los esbirros de la ESMA. Frente a la desaparición de sus compañeras, la embajada francesa embarcó a Ivonne disfrazada de abuelita en silla de ruedas y la salvó de correr la misma suerte.

Pierron volvió a la Argentina después del restablecimiento de la democracia. En Pueblo Illia, Dos de Mayo, fundó un hogar para aquellos que viven demasiado lejos de la escuela.

“En toda lucha hay siempre un sobreviviente para contar la verdadera historia”, decía Ivonne en el libro “Misioneras bajo la dictadura”, un libro publicado en mayo de 2009.

Desde el año 2013, la Defensoría del Pueblo de Posadas entrega el premio Yvonne Pierron, galardón destinado a reconocer a personas con alto compromiso con la defensa y la promoción de los derechos humanos.

En 2015, se presentó la obra teatral internacional “Noches Negras”, basada en hechos ocurridos en la última dictadura militar en Argentina, con relatos reales de lo vivido por Ivonne Pierron, única sobreviviente de las tres monjas secuestradas y torturadas durante ese régimen.

Marchesini: “Queda su lucha en Misiones”

“Hoy trascendió a otro plano, atravesando el ámbito de lo tangible, la entrañable luchadora por los Derechos Humanos Hermana Ivonne Pierron. Su obra y trabajo son y serán siempre legado y faro de quienes día a día accionan bajo la bandera de los derechos humanos en Misiones”, sostuvo la ministra de Derechos Humanos de la Provincia, Lilia Tiki Marchesini.

Un jueves lluvioso de septiembre, como hoy pero de 2014, se aprobó la declaración de interés a la incansable tarea a favor de los Derechos Humanos de la hermana Pierron. La actual ministra de Derechos Humanos durante su labor en ese entonces como legisladora misionera, fue la encargada de reseñar una vida difícil de resumir, tan plena, tan llena de historia, de anécdotas, pero por sobre todo, llena de amor, de entrega, de lucha permanente por el bien, por la verdad, por la justicia.

Marchesini destacó que cuando el ing. Carlos Eduardo Rovira era gobernador de Misiones, se encargó de reconstruir el albergue que Ivonne y los chicos de Pueblo Illia habían levantado con gran esfuerzo y que fue destruido totalmente en un malintencionado incendio. Incendio que pretendió dejar a “esos bichos del monte” (como recuerdaba la propia Yvonne casi con rabia, que así les decían a los chicos que venían de las colonias a estudiar) se quedaran sin colegio y sin progreso.

“Aquel humilde alberge de madera que se incendió, hoy es un imponente edificio escolar que ocupa más de una manzana entera, con el colegio primario, el secundario, el salón deportivo y los dormitorios de los chicos que viven allí. La alegría de la monja francesa al recordar que donde había una habitación de madera, y luego solo cenizas, ahora estaba ese dormitorio confortable, cómodo y digno… digno de cada uno de esos chicos que siguieron estudiando aunque se quedaron sin albergue”, recuerda la funcionaria.

“Aunque sea abajo de los árboles vamos a estudiar, pero no vamos a dejar la escuela”, decía Ivonne cada vez que hablaba de sus queridos alumnos de Pueblo Illia.

Asimismo, fue integrante del Consejo Consultivo que tuvo la Subsecretaría de DDHH cuando Carlos Rovira siendo gobernador la creó: “ella junto a Adelina Alayes, Madre de Plaza de Mayo, y junto a Pocha Leyes -Madre de Misiones- nos guiaron, fueron nuestra señal. Hoy nos dejan un legado inmenso, un legado que es presente y futuro y en eso estamos y para eso seguimos. Y nuestros brazos no se van a bajar”, evocó Tiki Marchesini.

Ivonne Pierron será despedida hoy desde primeras horas de la mañana en su querido Pueblo Illia, Dos de Mayo, Misiones.
Nacida en Alsacia, Francia, en marzo de 1928, llegó a la Argentina en 1955 con la congregación de las Misiones Extranjeras, y trabajó durante más 20 años junto con Domon y Duquet, ambas secuestradas y torturadas en 1977 por un grupo de tareas de la Marina encabezado por Alfredo Astiz y arrojadas al mar.