martes, 21 de agosto de 2012

Un obstinado ejercicio de memoria

A 36 AÑOS DE TU SECUESTRO Y DESAPARICION UN OBSTINADO EJERCICIO DE MEMORIA JULIO ROLANDO ALVAREZ GARCIA PAMPERO                              

Un día como hoy, 21 de agosto de 1976, te secuestraron y te hicieron desaparecer un grupo de tareas  al mando del ex teniente Braga, del Servicio de Inteligencia del Ejército.

A 36 años de tu ausencia queremos que sepas que, no  pudieron arrancarte de nuestras vidas, las semillas que dejaste están dando sus frutos.

Hoy más que nunca estas presente en cada audiencia del tribunal que está juzgando tu desaparición física. Hoy  gracias a tu ejemplo que ilumino nuestra lucha por verdad, memoria y justicia, sentamos  en el banquillo de los acusados al represor que quiso adueñarse de tu vida, de tus sueños, de tus  ideales, de tu  lucha por un país mejor libre y solidario.

 Te queremos y extrañamos y  te pedimos que nos des fuerzas  para levantar altas las banderas de lucha con la esperanza de una sentencia histórica: prisión perpetua, común y efectiva.

Tú esposa Inés, tus hijas Mariana, María Cecilia Eva, María Alejandra Alvarez García y tu nieto Santiago.

                                            San Salvador de Jujuy, 21 de agosto de 2012.

lunes, 20 de agosto de 2012

En lo que va del año identificaron a 35 desaparecidos


La semana pasada fueron determinadas las identidades de los restos de Gregorio Marcelo Sember y Mirta Carmen Panzani, quien estaba embarazada. En la lista, varios casos vinculados con La Plata.

Ex Arsenal Miguel de Azcuénaga, donde fueron hallados los restos el ex senador tucumano peronista Damián Márquez
Diagonalesweb@gmail.com

Con la identificación de los restos de los desaparecidos Mirta Carmen Panzani y Gregorio Marcelo Sember son 35 las identificaciones logradas en lo que va del año. Entre ellos están los platenses Ana Teresa Diego, Félix Escobar, Olga Noemí Casado, Marcos Miguens y Néstor Zuppa.

Los restos de Sember, desaparecido el 30 de mayo de 1976, fueron hallados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en el Cementerio de Avellaneda hace años, pero, aunque tenían la hipótesis de que podían corresponder a él, los datos del ADN no fueron concluyentes hasta la semana.

En tanto, los restos Panzani, embarazada de siete meses y asesinada el 13 de enero de 1977 en un operativo militar en su domicilio de Munro, fueron encontrados como NN en el Cementerio Municipal de Olivos.

Todos los hallazgos. La lista este año arrancó en febrero, cuando se identificaron los restos de María Teresa Vidal Valls, desaparecida en agosto de 1976, que se encontraban enterrados como NN en el cementerio municipal "La Piedad".

También se identificaron restos de Juan Carlos Rosale y Adrián Enrique Accescimbeni, exhumados en el Cementerio Municipal de Magdalena.

En marzo, los restos el ex senador tucumano peronista Damián Márquez fueron encontrados en el ex Arsenal Miguel de Azcuénaga.

Márquez, quien presidió la Cámara de Senadores y también fue secretario general de la CGT local, fue secuestrado la noche del 13 de enero de 1977.

Junto a los restos de Márquez también se identificaron los de Pedro Guillermo Corroto Barraza y José Máximo Tapia.

En tanto, también en Tucumán, pero en el Pozo de Vargas, fueron identificados los restos de Julia Leonor Fernández, desaparecida el 17 de febrero de 1976.

También en marzo, en Jujuy, el EAAF identificó a Rubén Yáñez Velarde, cuyos restos habían sido exhumados del cementerio de la localidad de Yala, camino a la Quebrada de Humahuaca.
También fueron identificados los restos de Nilda Zelarayán.

En tanto, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal formalizó la identificación de Modesto Oreste Caballero, secuestrado el 21 de enero de 1977 en la localidad de Lomas de Zamora y sus restos fueron recuperados del Cementerio Municipal de Avellaneda.

La otra persona identificada fue Marcos Miguens, secuestrado el 20 de diciembre de 1976 en La Plata y sus restos fueron exhumados en 2006 del Cementerio Municipal de Villegas, Isidro Casanova.

En abril, fueron identificados los restos de Ana Teresa Diego, estudiante de Astronomía de la Universidad Nacional de La Plata desaparecida el 25 de septiembre de 1976 en el bosque platense.

En diciembre del año pasado, el Comité de Denominación de Cuerpos Menores del Sistema Solar de la Unión Astronómica Internacional, denominó “Anadiego” a un asteroide en su homenaje.
Junto con los restos de Diego se identificaron los de Carlos López, Josefina Elvira Thompson y Marta Edit Veiga.

En tanto, se identificaron los restos de Félix Escobar, desaparecido el 22 de diciembre de 1976 y cuyos restos fueron hallados en una fosa común en el cementerio de La Plata.

Durante abril, también se identificaron los restos de cinco víctimas de la represión enterrados como NN en cementerios municipales de San Martín, Boulogne, Escobar y Villegas.

Los identificados fueron Néstor Zuppa, Lidia del Carmen Soto, Patricia Dillon, José Tomanelli y Carlos Jorge Williams.

Asimismo, en mayo, la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata identificó a Olga Noemí Casado y Félix Escobar, identificados por el EAAF entre los restos exhumados en el Cementerio Municipal de La Plata.

También en mayo se identificaron los restos del padre de Victoria Montenegro, una caso emblemático del robo de bebés en la dictadura.
Se trata de Roque Orlando Montenegro, desaparecido entre el 10 y el 13 de febrero de 1976, junto a su mujer Hilda Ramona Torres y su hija Victoria de tan solo trece días, restituida el 5 de julio de 2000.

En tanto, a fines de mayo, se identificaron los restos de tres desaparecidos: Jorge Leonardo Elischer, Edilberto Chamorro Vera y Raúl Eduardo Manrique.

En tanto, el EAAF identificó los restos de Carlos López Brest quien fue secuestrado el 2 de abril de 1977 en su casa de Berazategui.

El 12 de julio la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal formalizó la identificación de los restos de: María Celina Blanca Martelli, Carlos Alberto Waitz y Silvia De Raffaelli.

El pasado 19 de julio se conoció que el EAAF logró identificar los restos de Isabel Carlucci de Fina, quien estaba embarazada al momento de su secuestro y cuyo hijo es buscado por las Abuelas de Plaza de Mayo.

En tanto, a principios de agosto se identificaron los restos del diplomático cubano Crescencio Nicomedes Galañena Hernández, desaparecido el 9 de agosto de 1976.

Los restos de Galeña Hernández fueron encontrados el 11 de junio pasado cuando un grupo de chicos encontró, en un predio ubicado frente al aeródromo de San Fernando, un barril de metal oxidado que estaba roto y en el que vieron huesos y llamaron al 911.

Aniversario de la Masacre de Fátima

El 19 de Agosto de 1976 un grupo militar se instaló en un control caminero sobre la ruta 8, mientras aviones sobrevolaban el área, y se veían los tristemente famosos « Ford Falcon» recorriendo la zona. Poco después de las cuatro de la madrugada del día siguiente, una gran explosión despertó a todo Fátima. Poco antes habían llegado al lugar del estruendo
o una camioneta y un furgón.

Los obreros de un horno de ladrillos cercano se encontraron con restos humanos esparcidos en un radio de cien metros. Casi inmediatamente fue cercada la zona por soldados que impedían el paso y a los reporteros gráficos se les secuestraron las fotos tomadas. Los soldados y el personal civil recogieron pedazos de los cuerpos dinamitados y los cargaron en un camión de la Municipalidad de Pilar.
Según el parte policial, las víctimas eran treinta personas -diez mujeres y veinte hombres- la mayoría jóvenes, incluso algunos adolescentes. Sólo cinco pudieron ser identificados en ese momento. Los cuerpos de las víctimas no identificadas fueron enterrados como NN en el Cementerio de Presidente Derqui, de donde fueron exhumados años más tarde para su identificación.

En 1985, en el marco del Juicio a las Juntas, el equipo argentino de Antropología Forense exhumó los 25 cuerpos sin identificar, pero poco después la sanción de la ley de obediencia debida archivó el expediente y detuvo los procesos iniciados.
En 1998, una presentación judicial de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Plata permitió el inicio de los llamados “Juicios de la Verdad”, que si bien por la vigencia de las leyes de punto final y obediencia debida no permitían juzgar a los responsables de los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura, al menos permitieron seguir conociendo lo ocurrido con las víctimas. Fue entonces que comenzaron a realizarse las correspondientes pruebas de ADN de los cuerpos de Fátima.
Al día de hoy se sabe que 30 personas que estaban detenidas ilegalmente en la Superintendencia de Seguridad de la Policía Federal -conocida como Coordinación- fueron trasladadas el 19 de agosto de 1976 hasta el kilómetro 62 de la ruta 8, en Fátima. Allí se les disparó con un arma de fuego en la cabeza y luego se hizo detonar un artefacto explosivo que esparció los cadáveres en un radio de treinta metros.

Eran veinte hombres y diez mujeres con las manos atadas y los ojos vendados.


Gracias al extraordinario trabajo del Equipo de Antropología Forense que con cada reconocimiento de identidad de alguno de nuestros compañeros logran rescatar verdades a la impunidad a la que nos quisieron someter. Ya hemos recuperado la identidad de 20 de los 30 compañeros y abrigamos la esperanza de encontrar en un futuro no muy lejano la identidad de los compañeros que aún faltan.

Siguen con nosotros:

• Inés Nocetti
• Ramón Lorenzo Vélez
• Ángel Osvaldo Leiva
• Alberto Evaristo Comas
• Conrado Alsogaray
• Jorge Daniel Argente
• Carlos Raúl Pargas
• Ricardo José Herrera
• José Daniel Bronzel
• Susana Pedrini de Bronzel
• Carmen María Carnaghi
• Haydeé Cirullo de Carnaghi
• Norma Susana Fontini
• Selma Julia Ocampo
• Horacio García Gastelú
• Juan Carlos Vera
• Roberto Héctor Olivestre
• Enrique Jorge Aggio
• María Rosa Lincon
• Cecilia Podolsky de Bronzel


30.000 compañeros Detenidos – Desaparecidos Presentes.

No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos.

Juicio y castigo a todos los culpables


Selma Julia Ocampo
Peronista, había sido despedida de la Fábrica Ford por su actividad sindical. Tenía 37 años al momento de su desaparición en la noche del 11 de agosto de 1976. La fueron a buscar a su domicilio de La Lucila, provincia de Buenos Aires. Cuando la “patota militar” de civil se metió en el edificio, otro consorcista, el Capitán de Navío Eduardo Samuel Andrew pidió la intervención de la policía. Esta al llegar cercó a los atacantes, quienes se identificaron como personal militar y pidieron zona liberada. La policía se fue y estos malparidos se llevaron a Selma y a una compañera que estaba en esos momentos con ella: Inés Nocetti. Ninguna de ellas dos reapareció con vida. También se llevaron todo lo que encontraron, hasta las bombitas de luz, según el testimonio del padre de la dueña de casa, Adolfo Ocampo

Inés Nocetti
Empleada en un estudio jurídico, 31 años, militante montonera.

Ramón Lorenzo Vélez
Con 34 años de edad, fue secuestrado el 15 de julio de 1976 en su domicilio. Miembro de la Juventud Trabajadora Peronista (JTP). Había trabajado en la fábrica Bendix organizando a sus compañeros, hasta noviembre de 1975, cuando debió dejar su puesto de trabajo debido a un accidente que le llevó dos dedos de su mano izquierda. Asesinado en la masacre de Fátima, su cuerpo apareció luego en una fosa común

Alberto Evaristo Comas
“Cholo”. Era profesor de piano y trabajaba en una fábrica de vibromasajeadores. Según su padre, “Alberto colaboró mucho con el Partido Peronista, vendiendo incluso el piano, sin interés de ninguna especie, y nunca tuvo ningún cargo ni puesto político”. Militante de Juventud Trabajadora Peronista (JTP), anteriormente había pasado por el Peronismo de Base (PB). Estaba afiliado a la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). Secuestrado el 29 de julio de 1976 a la edad de 31 años por la Policía Federal en el barrio de Villa Devoto y llevado al campo de concentración clandestino que funcionaba en la propia Superintendencia de Seguridad Federal (Moreno 1417, Capital). Hay un relato de lo sucedido: “La amiga de mi papá que estuvo durante el secuestro me contó que llegaron a la madrugada, que eran muchos y que rodearon toda la manzana. Tocaron el timbre del edificio de departamentos donde vivían y aunque ella no atendió lograron subir. Apagaron todas las luces del departamento y mi padre se tiró al piso. Vió que abrían las puertas del ascensor y que empezaron a bajar muchas personas. También subían por la esclaera. Cuando entraron dijeron ‘Cuerpo a tierra que estos es una guerra’. Se presentaron como Policía Federal y fue una situación muy violenta, agresiva, porque entraron en las habitaciones de los chicos de ella que estaban durmiendo. Les pusieron las armas en la cabeza, se asustaron mucho. Se pusieron a llorar. Se quedaron un buen rato ahí. Después lo encapucharon, lo esposaron y se lo llevaron. Hay una declaración de vecinos que vieron que los metieron a golpes y patadas en un Ford Falcon”. Alberto Evaristo Comas, fue asesinado el 20 de agosto de 1976 en la masacre de Fátima, partido de Pilar, Provincia de Buenos Aires por la Policía Federal. Sus restos fueron exhumados el 26 de septiembre de 1983.

Conrado Oscar Alzogaray
Militante de Juventud Trabajadora Peronista (JTP) en la fábrica Bendix. Secuestrado el 15 de julio de 1976 a la edad de 39 años. A los 11 años había perdido una pierna en un accidente de tránsito. Su cadáver enterrado clandestino por las FF.AA. fue reconocido con posterioridad. Juan Carlos Imbessi, ex agente de Inteligencia del Ejército, declaró que Alzogaray y otros dos secuestrados el mismo día (Angel Osvaldo Veiga y Rafael Buisson) habían sido denunciados por el gerente de Bendix a la comisaría de Pacheco como personas “que hacían subversión dentro de la fábrica”. A Veiga lo mataron también y a Buisson lo largaron cuatro días más tarde

José Daniel Bronzel
Nacido en Buenos Aires, el 22 de marzo de 1947. Ex alumno del Colegio Nacional Buenos Aires (promoción 65). Era un hombre tranquilo, noble, luchador, talentoso en su profesión, buenazo y callado, pero que cuando algo no estaba bien, él se involucraba para solucionarlo. Arquitecto. Docente en la Facultad de Arquitectura de la UBA. Con 29 años de edad fue secuestrado de su domicilio sito en calle Grecia 4474, piso 7 dto C, del barrio de Nuñez junto a su esposa Susana Elena Pedrini. Fue el 27 de julio de 1976. Ambos militaban el peronismo montonero. Torturados, fueron sacados de la Superintendencia de Seguridad de la Policía Federal y dinamitados en lo que se llamó “La Masacre de Fátima”, localidad de Pilar, en la provincia de Buenos Aires, el 20 de agosto de ese mismo año. Ambos cuerpos, también fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y están enterrados en el cementerio de la Chacarita. Cabe acotar, que la madre de José Daniel, Cecilia Podolsky, también fue secuestrada y asesinada en las mismas circunstancias. En memoria de los tres ciudadanos asesinados por el Terrorismo de Estado, se levantan tres placas con sus nombres en Chile y Piedras, barrio de Montserrat.

Susana Elena Pedrini
Nació el 28 de julio de 1947 en Buenos Aires. Arquitecta. Docente en la Facultad de Arquitectura de la UBA. Con 29 años de edad fue secuestrada de su domicilio sito en calle Grecia 4474, piso 7 dto C, del barrio de Nuñez junto a su marido José Daniel Bronzel. Fue el 27 de julio de 1976. Ambos estaban relacionados con el peronismo montonero. Torturados, fueron sacados de la Superintendencia de Seguridad de la Policía Federal y dinamitados en lo que se llamó “La Masacre de Fátima”, localidad de Pilar, en la provincia de Buenos Aires, el 20 de agosto de ese mismo año. Ambos cuerpos, también fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y están enterrados en el cementerio de la Chacarita. Susana (embarazada de dos meses) y su marido esperaban un bebé que fue asesinado por los policías en el vientre de su madre.

Rosa Haydée Cirullo

Rosa Haydée Cirullo de Carnaghi nació en 1923. “La Tía Tota” como se la conocía en el ambiente de la Resistencia Peronista era muy allegada al accionar de Dardo Cabo. Integró el Consejo Superior Peronista y fue diputada. Se negó a irse de la Argentina pese a las reiteradas amenazas de la Triple A. El 4 de agosto de 1976 fue secuestrada en su domicilio de Villa Martelli, provincia de Buenos Aires, junto a su hija Carmen María que se negó a separarse de ella. Ambas fueron vistas en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y luego en Coordinación Federal donde fueron asesinadas el 30 de agosto y sus cuerpos dinamitados en Fátima –Partido de Pilar, provincia de Buenos Aires- junto a otros 17 militantes políticos. Una plazoleta con su nombre puede verse hoy en día en calle Alberti, vereda par, entre Cochabamba y la bajada de la Autopista 25 de Mayo.

Carmen María Carnaghi
Hija de Héctor Juan Carnaghi y de Haydée Cirullo. Peronista como sus padres. Secuestrada-desaparecida a la edad de 26 años, junto a su mamá, el 4 de agosto de 1976. Sus restos aparecieron diseminados luego de una explosión activada por miembros de la Policía Federal, en lo que se denominó la “Masacre de Fátima” ocurrida en la Localidad de Pilar, provincia de Buenos Aires, el 20 de agosto del mismo año.

Jorge Daniel Argente
“Biafra”. Nació el 26 de septiembre de 1955. Sus padres trabajaban en la fábrica Moltrasio; su mamá era una peronista convencida. La primaria la hizo en el colegio “Gran Mariscal del Perú Ramón Castilla”. Vivía en Colegiales. Chico rebelde y pícaro, tenía una facilidad asombrosa, para meterse en líos. No terminó su secundario. Era fana del fútbol en general y de San Lorenzo en particular. Sus amigos de aquella época lo recuerdan como versero y ganador con las chicas, como se diría, “con mucho asfalto encima” de tanto patear la calle. Al respecto, una compañera rememora: Venía los dos. El Negro Biafra y el Negro Rubén, todos los días a las seis de la tarde a mi facultad, bañaditos, vestiditos de jeans y chaqueta verde militar a que les presente las chicas de ‘filo’, yo me enojaba y estos dos se reían y siempre ganaban, porque eran simpatiquísimos”. Miembro de la Juventud Peronista (JP) desarrolló su militancia en la U.B. “Beto Simona” de su barrio; trascendiendo como un pibe solidario, leal, honesto y comprometido. En 1974 cuando las cosas se fueron pudriendo a pasos agigantados, lo meten preso en la comisaria 37, cuatro meses, por pintar en un paredón “Villar asesino, el pueblo no perdona. Montoneros”. Su último trabajo fue en una clínica como camillero (en el CEMIC). Secuestrado el 17 de julio de 1976 en el barrio de Colegiales y visto en el Centro Clandestino de Detención de la Superintendencia de Seguridad de la Policía Federal. Su cuerpo fue dinamitado en la “Masacre de Fátima” el 20 de agosto del mismo año. Se supone que fue como represalia por la muerte, días antes, del general Actis. Tenía 20 años cuando lo despedazaron. “Los mataban, pero los estaban sembrando” dijo Hugo Argente (su hermano) el 20 de agosto de 2010, cuando al cumplirse 34 años de “La Masacre de Fátima”, familiares y amigos se reunieron en la Escuela Media Nº 9 de Pilar, en la provincia de Buenos Aires, para recordar a las víctimas del Terrorismo de Estado.

Horacio Oscar García Gastelú
“Gallego”. Nació el 24 de abril de 1955. Su padre era un ingeniero de fama nacional e internacional. Estudió en el Colegio Nacional Buenos Aires, siendo un chico aplicado y estudioso. Allí militó en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) siendo uno de sus fundadores junto a su amigo “El Roña” Beckerman. Comenzó su carrera universitaria de Biología en tanto cultivaba la narrativa y poesía de una forma bellísima; al respecto, hay obra editada en un libro que reúne la prosa y poesía de jóvenes asesinados por la última dictadura cívico-militar que padecimos. Horacio, ayudaba desde la UES y la Juventud Peronista a alfabetizar en las villas de emergencia, mejorar las viviendas precarias de sus moradores, adoctrinar a la gente sobre sus derechos para enfrentar a los poderosos. Cuando la cosa se puso brava, sus padres, le ofrecieron sacarlo del país: se negó rotundamente. Cuando cumplía con su servicio militar obligatorio en la Armada (Base Baterías. Bahía Blanca), fue secuestrado el 7 de agosto de 1976 de su casa en Bánfield, donde vivía con su novia Ada Victoria Porta de quien estaba muy enamorado. Su cuerpo dinamitado apareció luego en lo que se conoció como la Masacre de Fátima (Pilar), ocurrida el 21 de agosto de ese mismo año, y efectuada por la Policía Federal. Dice su madre: “No puedo asumir la ausencia de Horacio, un hijo ejemplar que no merecía el final que le tocó. Su muerte no la podré superar nunca. Mi hijo, mientras vivió, nos hizo sentir orgullosos de ser sus padres, lo amamos y lo seguiremos amando por el resto de nuestras vidas”.

Carlos Raúl Pargas
Nació en Gualeguaycchú, provincia de Entre Ríos. Una vez finalizado su secundario en el Colegio Nacional se fue a estudiar primero a La Plata y luego a Capital Federal. Trabajaba en el Banco Nación sito en las calles Carlos Pellegrini y Paraguay. Fue detenido por personal policial en este lugar de trabajo, el 12 de julio de 1976 y conducido al CCD que funcionaba en la Superintendencia de Seguridad Federal (Coordinación Federal). Desde allí fue trasladado y asesinado en la Masacre de Fátima (Partido de Pilar) por su militancia en Montoneros, el 20 de agosto de 1977 a la edad de 28 años. Sus restos fueron recuperados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) e inhumados en el cementerio de Gualeguaychú en el año 2005. Era hermano de Rosa María Pargas.

José Ricardo Raúl Herrera
Secuestrado-desaparecido por el Ejército el 21 de julio de 1976. Un obituario de “Pagina 12” de fecha 27-7-99 lo recuerda en todo su esplendor: “Hemos abierto nuevamente nuestra U.B. Desde allí te hicimos nuestro homenaje, y ahora hay un lugar, donde tu nombre figura junto al de nuestros compañeros de militancia. Jamás olvidaremos tu sonrisa de compañero, tu humor inextinguible, la suerte de haberte tenido con nosotros”. Entre los firmantes está su compañera de entonces, Lita Artola, actual diputada nacional. Ambos militaban en Montoneros en Zona Norte, por el lado de Munro, en Malaver y Mitre. Herrera también militó en la Juventud Trabajadora Peronista (JTP) cuando trabajaba en Pinturas Colorín.. Sus restos fueron enterrados el 29 de diciembre de 2004 en el cementerio bonaerense de Boulogne, 28 años después de que la última dictadura militar lo hubiera asesinado y destrozado su cadáver en la “Masacre de Fátima”, ocurrida en Pilar, el 19 de agosto de 1976.

Enrique Jorge Aggio
Ex alumno del Colegio Nacional Buenos Aires (promoción 65). “El Negro” Aggio tenía 29 años y era militante montonero. Fue secuestrado-desaparecido el 31 de julio de 1976 al ser sacado del Hotel Almagro, sito en la Avenida Boedo 278, de esta Capital, a las 5 de la mañana por personal dependiente del Ejército Argentino. Se lo llevaron esposado y nunca más apareció con vida.

Roberto Héctor Olivestre
40 años. “Gitano”, “Perro”. “Chiche” para su familia. Hincha fanático de Lanús en nuestro fútbol. Creció en el barrio, fue un peronista con su compromiso militante intacto hasta último momento. Militante de JTP y delegado obrero metalúrgico en “Prati-Vázquez Iglesias” fabrica de acoplados de Lanús y luego en la comisión interna en la fábrica Royo, de Pompeya. Lo fueron a buscar el 30 de julio de 1976 a su casa y luego de torturarlo delante de su esposa e hijos se lo llevaron con rumbo desconocido. En abril de 2009, la familia de Olivestre recibió la noticia de la identificación de los restos óseos, de quien impunemente, había sido fusilado y dinamitado en la denominada “Masacre de Fátima” junto a otras 29 personas el 20 de agosto de 1976, a manos de la Policía Federal. La inhumación de sus restos tuvo lugar el sábado 29 de agosto de 2009 a las 14 hs. en un acto público desarrollado en el cementerio de Lanús. Allí alguien dijo: “Delegado de la Comisión Interna en formación (en Royo), el compañero seguirá en nuestra memoria como un hombre alegre, eterno amante de la vida, con capacidad para formar compañeros con su ejemplo, articular políticas, para seguir también formándose; él creía en la militancia, honraba la solidaridad, era la expresión cabal de la generación del ’70. Después de 33 años desaparecido, vuelve desde donde lo quisieron ocultar, desaparecer, con su nombre rescatado del olvido, para ser memoria viva. El compañero ha vuelto a su Lanús querido para cerrar su larga ausencia; fue salir del anonimato que es ser N.N.; es devolverle su identidad a pesar de la máquina del terrorismo de Estado”.

Ángel Oslvaldo Leiva
Fue secuestrado de su domicilio el 15 de julio de 1976 a la 1 de la madrugada aproximadamente delante de su esposa Yolanda Rosa Contreras de Leiva. Fue detenido por un grupo de personas que se identificaron como del “ejercito”, e ingresaron de forma violenta al domicilio. Angel era obrero en la fábrica Bendix al igual que su esposa. Fue uno de los cinco identificados inicialmente como una de las víctimas de la Masacre de Fátima. Con posterioridad la Sra. Yolanda supo que se encontraban secuestrados además de su esposo otros empleados de Bendix de apellidos: Alsogaray, Vélez, y los hermanos Gaetán.

Norma Susana Frontini
Al momento de su detención tenía 20 años, era soltera y de nacionalidad argentina.
Fue secuestrada de su propio domicilio en Loma Hermosa, el día 3 de Agosto de 1976.
Nº CONADEP: 1945, Decl. Nº: 2437.

Juan Carlos Vera
Desaparecidos el 3/8/76
Juan Carlos y Marta estaban casados. Los dos tenían 24 años cuando fueron desaparecidos. Marta era empleada y Juan Carlos técnico en hemoterapia. Es posible de que Marta estuviera embarazada. La pareja fue secuestrada de su domicilio en Capital. Fueron vistos por Lucas Orfano y Lila Jons en la Superintendencia de Seguridad Federal del Departamento Central de Policía, donde los detenidos eran torturados. Tenemos un dato de que fueron asesinados en la Masacre de Fátima el el 20-08-76 y que el cuerpo de Marta esté posiblemente enterrado como N.N. en el cementerio de Derqui.

María Rosa Lincon

María Rosa Lincon, DNI 13.103.870, CONADEP N° de Actor 8933 (*1) , N° interno 6413, al momento de su detención se encontraba domiciliada en Viamonte 2042, dpto. 15, Balvanera, Capital Federal. Fue secuestrada en Capital Federal (no se encontraron datos concretos del lugar de detención), el día 30 de Julio de 1976, contaba en ese entonces con 19 años de edad, era soltera y de nacionalidad argentina. Desde ese entonces y hasta el año 2010 nada se supo de ella. Hoy gracias al trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense podemos determinar que fue una de las víctimas de la denominada Masacre de Fátima ocurrida en el Partido de Pilar, localidad de Fátima el 30 de Agosto de 1976.

Cecilia "Chola" Podolsky de Bronzel
Era la mamá de José Daniel. Fue secuestrada junto a él y a Susana. Tenía 51 años de edad y era ama de casa.

domingo, 19 de agosto de 2012

Casita de los ciegos

El Concejo Municipal se aprobó la iniciativa del concejal Alberto Cortés del PSA que indica que se incorpore en el listado contemplado en el Programa Memoria e Identidad Colectiva dispuesto por Ordenanza 7323/02, el inmueble sito en calle Santiago 2815 de la ciudad de Rosario donde funciona desde su recuperación la Asociación Civil Casa de la Memoria. Asimismo, a la habitualmente conocida Casa de la Memoria se la declarará, "Sitio de memoria e Identidad Colectiva".

De más está mencionar que, la Casa de la Memoria desde su recuperación legal, social y política, "contribuye a preservar la memoria colectiva, y se ha constituido en un centro de promoción y desarrollo del patrimonio intangible de Rosario, relacionado con las prácticas democráticas, de defensa de los derechos humanos, y de toma de conciencia de la necesidad de mantener vivos los valores que caracterizan al pueblo argentino".

Esta propiedad ubicada en Santiago 2815 "es una de las pocas y primeras recuperadas en el país, después de las apropiaciones ilegales de bienes patrimoniales realizadas por las patotas del terrorismo de estado", dijo el edil del PSA

Este emblemático domicilio pertenecía al matrimonio de ciegos María Esther Vega y Emilio Etelvino Ravello, que fueron asesinados por la última dictadura militar. El Ejército se apropió del edificio de una sola planta y funcionó ahí por un tiempo -de manera ilegal e ilegítima- un Círculo de Oficiales de Gendarmería Nacional. Las denuncias sucesivas y la presión de los organismos de derechos humanos hicieron que la Casita de los Ciegos, como se la conoció por mucho tiempo, tenga que ser restituída.

Los restos de Patricia descansarán ahora junto a los de su esposo y compañero

Berisso.- Los restos mortales de Patricia Dillon, secuestrada y desaparecida durante la última dictadura militar, serán inhumados mañana en el cementerio local, anunció hoy la intendencia. La ceremonia se llevará a cabo en el Cementerio Parque en el Cuerpo 2, Nicho 139, Frente C del predio de la calle 18 y 156, precisó hoy la municipalidad a través de un comunicado. “Los restos -añadió- descansarán junto a los de su esposo, Luis Alberto Ciancio, quien también fue secuestrado y asesinado por
la dictadura, y del que en el año 2009 identificaron sus restos”.

Ciancio, estudiante avanzado de arquitectura, fue el primer desaparecido identificado de Berisso, quien fue secuestrado a los 25 años de edad. El parte de prensa destacó que “los restos de Dillon fueron identificados mediante estudios de ADN, debido al trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense hallados a principios de la década del ’90 en el cementerio de Boulogne en el partido de San Isidro”.

Gabriel Ciancio, hermano de Luis, dijo hoy que “para la familia se cerró un círculo, porque encontramos a los chicos, pero ahora se abre uno nuevo, el de la búsqueda de los culpables y el de la justicia”. En cuanto al homenaje de mañana, Ricardo Ciancio manifestó su gratitud por el reconocimiento público que va a recibir Dillon. “Es un acto difícil de sobrellevar, se podría haber hecho en silencio pero es bueno que se difunda, es importante para todos que se sepa el terror que se vivió en la época de la represión”, expresó.

El joven matrimonio, padres de Federico, un bebe de siete meses, fue secuestrado el 7 de diciembre de 1976 por el régimen militar instaurado en marzo de aquel año.
Gabriel Ciancio dijo que “gracias al trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense, Federico, el hijo de la pareja, puede decir hoy tengo papá y mamá otra vez, hoy empieza otra etapa de mi vida.”
   
La Municipalidad de Berisso sostuvo hoy que en el gobierno local “se trabaja fuertemente en la promoción y en mantener viva la memoria colectiva”. “En esta oportunidad –resaltó- se acompaña a la familia celebrando el hallazgo, pero también con la esperanza y necesidad de que los culpables sean juzgados y castigados por estos crímenes de lesa humanidad”.

Baldosas blancas en homenaje a desaparecidos en La Plata

Coloraron una marca urbana del en homenaje a Rubén Abel Beratz, Juan Alberto Schudel, Carlos Alberto Carpani y Ricardo Cittadini.

Un nuevo homenaje en 62 y 139

En esta oportunidad se rindió homenaje a los militantes desaparecidos de la Juventud Universitaria Peronista, Rubén Abel Beratz (apodado Yakaroe, 22 años, estudiante de Derecho), Juan Alberto Schudel (el Suizo, 19 años, estudiante de Medicina), Carlos Alberto Carpani (el Negro, estudiante de Ciencias Económicas) y Ricardo Cittadini (22 años, estudiante de Ciencias Económicas).

El acto tuvo lugar en calle 62 Nº 2199, esquina 139, lugar donde los jóvenes vivían, estudiaban, y en donde fueron arrebatados por las fuerzas del Terrorismo de Estado, a excepción de Cittadini, que desapareció en la ciudad de Buenos Aires.

Del mismo participaron autoridades municipales, familiares, compañeros y amigos de las víctimas, Madres de Plaza de Mayo de La Plata, representantes de diferentes organismos de Derechos Humanos y vecinos de la zona.

El proyecto "Baldosas por la Memoria" fue aprobado durante la gestión de Bruera en el año 2010 por el Concejo Deliberante mediante la ordenanza Nº 10.353, donde se destacaba que "la ciudad de La Plata ha sido una de las más castigadas por la dictadura cívico militar".

La baldosa tiene 40 cm de ancho por 40 cm de largo y en ella se leen los nombres de los desaparecidos, su fecha de secuestro y su pertenencia política.

La cerámica es una obra de los artistas Florencia Thompson y Pablo Ungaro, que resultó seleccionada en convocatoria pública formulada por la Subsecretaría de Derechos Humanos, y por jurados representativos de los distintos organismos de la ciudad de La Plata.

viernes, 17 de agosto de 2012

Homenaje en Bellas Artes

La Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano realizó ayer un homenaje a los desaparecidos de la institución. 

En el acto se colocaron las Baldosas por la Memoria y se exihibió el documental “A la gente de Soldati”, que fue filmado en super 8 por Hugo Lescano y el Grupo Cine Hoy. La película se hizo en 1977, cuando un grupo de alumnos de la Belgrano realizaba talleres de plástica para niños en la Sociedad de Fomento José Soldati. 
Del homenaje participaron Liliana Mazure, presidenta del Incaa, que fue alumna de la escuela, familiares de los desaparecidos, compañeos y profesores que dieron clase durante los años ’70.


miércoles, 15 de agosto de 2012

Blanca Santucho, hasta siempre

Murió una hermana de Santucho, jefe del ERP
Blanca Rita Santucho, tenía 83 años, y su cuerpo sin vida fue encontrada en la bañera de su casa.
 
Blanca Rita Santucho, tenía 83 años, y su cuerpo sin vida fue encontrada en la bañera de su casa.

Blanca Rita Santucho, de 83 años, una de las hermanas del ex jefe del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) Mario Roberto Santucho, fue encontrada ayer ahogada en una bañera de un departamento de un edificio céntrico de la capital santiagueña.

La mujer fue hallada muerta en la bañera del departamento en el que vivía, por una vecina del mismo piso, que alertó al portero del edificio al observar el agua que salía del departamento.

De acuerdo a los primeros informaciones, trataría de un accidente doméstico. Se presume que la anciana cayó y se golpeó fuertemente la cabeza.

En su última aparición pública, Blanca Santucho asistió hace un mes a una de las audiencias del juicio oral por la desaparición forzada de 44 personas, que se lleva adelante en los Tribunales de Santiago del Estero.

Tenía 83 años y 11 familiares desaparecidos o asesinados -entre hermanos, hermanas, cuñadas y sobrinas- por el terrorismo de Estado.


Gran parte de su vida se dedicó a buscar el cuerpo de su hermano, Roberto Santucho, asesinado el 19 de julio de 1976 por un grupo comando del Ejército y de la Policía Federal, junto a Benito Jorge Urteaga. El cuerpo nunca apareció, aunque Blanca siempre sostuvo que lo enterraron en una fosa común, en Campo de Mayo.

domingo, 5 de agosto de 2012

Familia Repetto

La familia Repetto, ambos padres y las dos hijas, una a punto de casarse cuyo novio también se halla desaparecido, integran la lista de familias desaparecidas. Fueron secuestradas la madre y las dos hijas junto al novio de la hija mayor, Jorge Mosqueda, en Castelar, Provincia de Buenos Aires, el 3 de agosto de 1978.

María Del Carmen Repetto
“Chiquita”. Tenía 15 años y cursaba 2º año del secundario. Militó en la U.E.S. Hermana de Nelly Hebe Repetto; hija de Raúl Alberto Repetto y Nélida Leonor Garde. Todos secuestrados-desaparecidos. A ella le tocó el 3 de agosto de 1978. “Su familia funcionaba como una unidad, la imagen que tengo es que había un gran amor entre todos ellos y las chicas seguían el compromiso de militancia del padre y de esa madre: era un hogar típico de la Resistencia Peronista. Esa generación tuvo un compromiso con el país; no éramos solo chicos solidarios sino que teníamos un proyecto político”, recuerda con nostalgia una amiga de la familia, también militante en la U.E.S.

Nelly Hebe Repetto
Era egresada del Colegio Estados Unidos de América sito en San Martín, provincia de Buenos Aires. Militante de la U.E.S. Secuestrada a la edad de 18 años el 3 de agosto de 1978 en calle 17 Nº 162 en Villa Concepción, San Andres, provincia de Buenos Aires. Quien la conoció y mucho la sigue queriendo hasta el día de hoy es Eva Piwowarsky, también militante de la U.E.S. “Era una chica simpática, divertida, contestaría y muy comprometida. Fue delegada y líder de su división. Ella estaba enamoradísima de Koki y ya eran una pareja consolidada”. “Koki” era Jorge Teodoro Mosqueda también secuestrado-desaparecido. Sigue diciendo Eva: “Hoy quiero quedarme con esta imagen: su delantal blanco, su pollerita mini, linda desde el afecto, cabellos negros, alegre como un cascabel y feliz por estar militando. Hoy si pudiera le daría un abrazo”. Nelly Hebe Repetto, “desaparecida” al igual que su padre Raúl Alberto, su madre Nélida Leonor Garde de Repetto y su hermana María del Carmen Repetto.

Jorge Teodoro Mosqueda
“Koki”. Militante de la organización político-militar Montoneros. Novio de Hebe Nelly Repetto, una militante de UES (ver su registro). “Koki” fue secuestrado-desaparecido el 3 de agosto de 1978, en Castelar, provincia de Buenos Aires. Habla su hermana: “Cuando lo secuestran a su suegro –Raúl Alberto Repetto-, mi hermano y Nelly Repetto preparaban su casamiento y estaban repartiendo las invitaciones por el barrio. Yo quería llevarlo a Canadá, porque tenía miedo por su seguridad, pero él no quiso ‘No pasa nada, no pasa nada’ decía, y después del secuestro de su suegro menos, no quiso dejarla sóla a su novia. Él en definitiva eligió el amor”. Y el compromiso político hasta el final, agregaría yo

Raúl Alberto Repetto
Transportista-chofer. Casado, 48 años. Secuestrado-desaparecido en la vía pública el 5 de junio de 1978 en Villa Concepción, partido de San Andrés, provincia de Buenos Aires. Montonero. Integrante de la Columna Norte de provincia de Buenos Aires, también se llevaron para siempre a su mujer Nélida Leonor Garde de Repetto con 47 años de edad. La desgracia de la “desaparición forzada” alcanzó también en esa familia a sus hijas María del Carmen y Hebe; ésta última junto a su novio Jorge Teodoro Mosqueda. Sobre el “Gordo” Repetto su compañero de militancia, Carlos Bagualf Molina, afirma: “Era un tipo fuera de serie, solidario al mango y muy alegre. También solía ponerse cabrón pero enseguida se le pasaba. Tenía una sensibilidad especial para captar o darse cuenta de que era lo que necesitaban sus compañeros”. Y otro compañero que lo trató, Julio Aparicio, agrega: “Con el Gordo eramos vecinos del barrio y lo conozco desde siempre. Él era una persona solidaria y emocional, muy bravo de carácter y no tenía miedo a nada (…) Yo en los ’70 era apenas un pibe y militaba en la UES, cursaba el secundario en el Colegio ‘Eduardo Wilde’ de San Martín. Repetto me aconsejaba, me instruía y auditaba todo lo que hacía. ‘Vos te tenés que meter en el Centro de Estudiantes’ me dijo. Me presenté en una primera elección y gané mi división; al otro día fui a su casa con un amigo a contarle la buena nueva. Me dijo: ‘Bueno, ahora tenés que ganar el colegio’. Después cuando gané, nuevamente fui hasta su casa para decirle con orgullo: ‘Compañero Repetto, salí presidente del Centro’. Yo a él le tenía un gran respeto”.

"Vamos a sembrarlo", afirmó la nieta recuperada que enterrará los restos de su padre

Victoria Montenegro cumplirá una etapa más de su historia de despojos y restituciones en pocos días, cuando acompañe los restos de su padre, víctima de los `vuelos de la muerte`, a su ciudad natal, Metán.

Por Liliana Valle

"Vamos a sembrarlo, a despertar conciencia pensando que Metán se empieza a hacer cargo de su historia, en la que la dictadura cívico militar hizo desaparecer a veinticinco metanenses, y en la que mi papá es el primero que regresa", explicó Victoria en diálogo con Télam.

El próximo 16 de agosto el papá de Victoria, Roque Orlando Montenegro -"Toti"- cumpliría 56 años, y ese día será "sembrado" en el cementerio de Metán, ciudad donde viven sus hermanos y sobrinos, después del intenso trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense que identificó los restos enterrados como "NN" en la ciudad uruguaya de Colonia.

Hilda Victoria Montenegro nació el 31 de enero de 1976 y a los trece días, un operativo militar la separó de sus padres que militaban en el ERP, Hilda Torres, de 16 años, y Roque Montenegro, de 20.

Su mamá todavía permanece desaparecida y de su padre se sabe que apareció muerto el 17 de mayo de 1976 en la costa de Colonia y enterrado junto a otros siete cuerpos, todos víctimas de los "vuelos de la muerte".

El asesino de su padre fue su apropiador, el coronel Hernán Antonio Tetzlaff, quien junto a su esposa María del Carmen Eduartes, la anotó como María Sol Tetzlaff Eduartes, hasta que en 2000 la justicia le restituyó su verdadera identidad.

El caso de Victoria fue uno de los que sirvió para que en julio el Tribunal Oral Federal 6 diera por probado el Plan Sistemático de Robo de Bebés durante la dictadura cívico militar, condenando a Jorge Rafael Videla a 50 años de prisión y a Reynaldo Bignone a 15, entre otras condenas.

Victoria aspira que a partir del día en que su padre descanse en la ciudad que amó "cerca del río en el que se bañaba de chico", su familia tenga un pequeño reparo después de 36 años de sufrimiento.

"Necesito llevar a mi papá a que descanse cerca de sus hermanos" repite como un desafío en el que siente la responsabilidad "como hija de cuidar a mis tíos y después entender todo lo demás".

Pero también sueña con que al visibilizarse el lugar donde descansa su padre sirva para que "la juventud tenga posibilidad de ir y sembrarlo, que los maestros puedan contar a los chicos que hubo una generación que vivió aquí y que soñaba con otro país y con un Estado de derecho".

"Recuperar a mi padre es una doble sensación, por un lado de dolor porque no lo tengo, pero también es una inyección de fuerza porque a pesar de que su destino fue el fondo del río, él pudo aparecer y ahora lo tenemos, podemos ir a llorarlo, además de aportar a la justicia para seguir encontrando a nuestros seres queridos y a otros nietos", destacó la joven.

Aunque reconoció que "no se puede ocultar el dolor", Victoria entiende que "debemos sobrevolarlo para encontrar la historia desde otro lugar", y para eso confía en el legado que dejó la generación de sus padres de poder "transformar el llanto en otra historia y soñar por un país con derechos para todos".

sábado, 4 de agosto de 2012

Enrique Angelelli - 4 de agosto de 1976

“Que se vaya a La Rioja, allí no pasa nada” parece que pensaron los jerarcas de la Iglesia. Pero se equivocaron : Angelelli cambió la iglesia riojana y conmovió hasta la raíz la sociedad de la provincia. Atrajo a su pastoral a sacerdotes, monjas y laicos que buscaban el camino para sumarse a las luchas del pueblo desde su misma condición de religiosos y cristianos; apoyó todas las reivindicaciones populares; colaboró en la organización de trabajadores, campesinos, artistas e intelectuales, mujeres, jóvenes y viejos. 

Y aunque no lo quería, sus actos lo convirtieron en un dirigente de masas, en el verdadero sucesor de lo caudillos populares de La Rioja del siglo pasado. Sin impostaciones ni afectaciones de ningún tipo. Angelelli no tenía vocación de dirigente. Era un hombre humilde hasta la exageración, piadoso e ingenuo aún cuando tenía una fortaleza moral y un rigor intelectual que pocas veces se conjugan  en una persona del sector social que fuere. Concebía su papel en la sociedad como la que cumple la levadura en la masa. Y su pastoral, más allá de las diferencias políticas, ideológicas y filosóficas que se pudieran mantener con él, apuntaba directamente al corazón mismo de todos los problemas: hacer tangible, real, concreta, accesible, la justicia para fundar la paz.
 
Unos enanos lo asesinaron y contra su propósito, lo convirtieron en bandera de los pobres de La Rioja, de la Argentina, de América Latina toda.
(…)
A una década del crimen comprendemos recién que él, que tanto gozó la vida plena, aguardaba la muerte con singular templanza, con seguridad evangélica.
Su martirio se ha proyectado al mundo, ha unido a los pobres de América Latina, cristianos o no, para continuar la lucha por la liberación nacional y social. Esa liberación que se construye, como Angelelli repitió hasta el cansancio, “liberando todo el hombre y a todos los hombre de la explotación y la enajenación”.

Alipio Eduardo Paoletti (“Como los nazis, como en Vietnam”, agosto de 1986)

miércoles, 1 de agosto de 2012

Identificaron los restos de un diplomático cubano desaparecido en agosto de 1976

En un barril de metal lleno de cemento

Crescencio Nicomedes Galañena Hernández fue una de las víctimas del terrorismo de Estado. Se comprobó que estuvo secuestrado en Orletti junto a otro funcionario de la embajada. Sus restos fueron hallados por un grupo de chicos 36 años después.

 Por Victoria Ginzberg

El 11 de junio pasado, un grupo de chicos que cazaba cuises y ratones en un predio ubicado frente al aeródromo de San Fernando reparó en un barril de metal oxidado con capacidad para 200 litros. Estaba roto. Los chicos vieron huesos y llamaron al 911. La policía descubrió luego otros dos toneles similares que también tenían restos óseos. Después de analizarlos, se estableció que uno de los cuerpos pertenece a Crescencio Nicomedes Galañena Hernández, un diplomático cubano desaparecido el 9 de agosto de 1976.

El caso lo condujo el fiscal de San Isidro Luis Angelini, a cargo del área ejecutiva de investigaciones criminales de San Fernando. El funcionario judicial dio intervención al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Según confirmaron a Página/12 fuentes judiciales, la pericia realizada por ese organismo –cuyos integrantes no quisieron ayer hacer declaraciones– indicó que el cuerpo era con el 99,99 por ciento de probabilidades del diplomático cubano. El expediente pasará ahora al juzgado de Daniel Rafecas, quien tiene a su cargo la causa por los delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino Automotores Orletti, donde fue visto por última vez Galañena Hernández. Será la Justicia Federal la encargada de certificar la identificación.

Galañena Hernández fue secuestrado junto a Jesús Cejas Arias el 9 de agosto de 1976, en el barrio de Belgrano. Acababan de salir de la embajada cubana, donde trabajaban. Cuatro días después, el 13 de agosto, La Opinión publicó que “la embajada cubana en Buenos Aires está trabajando en estrecho contacto con el gobierno argentino en la búsqueda de dos miembros de la representación, acerca de quienes se presume que habrían sido secuestrados. Los dos hombres, Jesús Cejas Arias y Crescencio Galañena Hernández, integrantes ambos del personal administrativo de la embajada cubana, no han sido vistos desde que salieron de la embajada el lunes”. El 17 de agosto, en el mismo diario, se informó que “La agencia de noticias Associated Press recibió ayer un sobre, por correo simple y con estampilla argentina, conteniendo las credenciales de los empleados administrativos de la embajada de Cuba, cuyo texto en letra manuscrita y despareja dice: ‘Nosotros (Jesús Cejas Arias y Crescencio Galañena) ambos cubanos nos dirigimos a usted para que por este medio comunicar que hemos desertado de la embajada para gozar de la libertad del mundo occidental’, la nota no lleva firma al pie ni ninguna otra aclaración. La Cancillería argentina certificó la autenticidad de la credenciales”. De esta forma la dictadura argentina montó un operativo para hacer creer que los dos hombres habían abandonado el régimen cubano y no tener que dar explicaciones por la desaparición de dos diplomáticos.

Pero Cejas Arias y Galañena Hernández estaban cautivos en Automotores Orletti, el centro clandestino que fue en Buenos Aires sede del Plan Cóndor, es decir, de la coordinación represiva de las dictaduras del Cono Sur. Según una investigación del periodista norteamericano John Dinges, el agente de la CIA Michael Townley y el cubano-estadounidense Guillermo Novo Sampoll habrían viajado a la Argentina para interrogar a Cejas Arias y Galañena Hernández. “Ellos cooperaron en la tortura y el asesinato de los dos diplomáticos cubanos”, habría declarado ante la jueza María Servini de Cubría el represor Manuel Contreras Sepúlveda, ex jefe de la DINA, la policía secreta pinochetista. Townley fue el autor del asesinato en 1976 en Washington de Orlado Letelier, canciller de Salvador Allende,

“El inmueble donde funcionó Automotores Orletti –describió el juez Rafecas cuando procesó a los represores que actuaron en ese centro clandestino– era uno más de una larga hilera de casas bajas, en una típica calle, de un típico barrio de la zona oeste capitalina, como era el de Flores (...) Orletti muestra a las claras que el terrorismo de Estado en la Argentina de 1976 pudo moverse con naturalidad también en espacios de normalidad –y no de excepción– que no debió enfatizar el secreto sino que actuó a la vista de quien quiera ver y escuchar; que se adaptó para funcionar en un espacio donde antes había un hogar y un taller, y que a su término, aquel hogar y aquel taller regresaron, se acondicionaron y hasta aprovecharon las mejoras efectuadas por los ocupantes anteriores.”

Los sobrevivientes relataron que las víctimas generalmente estaban en la planta inferior o garaje, donde los mantenían tabicados y atados. Allí se escuchaban gritos de la planta superior, donde funcionaba el cuarto de tortura. Uno de los métodos crueles utilizados por los represores del centro regenteado por la SIDE consistía en que los secuestrados eran esposados y colgados de un gancho hasta que los pies quedaban a unos 20 o 30 centímetros del piso y en ese estado se les aplicaba electricidad en el cuerpo.

Por el secuestro y la desaparición de Galañena Hernández y Cejas Arias ya fueron condenados en Argentina el general retirado Rodolfo Cabanillas, quien se desempeñó como jefe de la División de la SIDE “Operaciones Tácticas 18” (que correspondía a Orletti) y los represores Raúl Guglielminetti, Eduardo Alfredo Ruffo y Honorio Carlos Martínez Ruiz.

No es la primera vez que se encuentran víctimas que pasaron por Orletti, en barriles. En 1976 fueron hallados siete recipientes de este mismo tipo en el canal de San Fernando que contenían cadáveres y cemento. Los cuerpos fueron enterrados como NN en el cementerio de San Fernando y pudieron ser identificados tiempo después. En 1989 se supo que uno de ellos era Marcelo Gelman, hijo del poeta Juan Gelman.

Los tres tambores encontrados en junio, hace menos de dos meses, también se hallaron en un predio de San Fernando, en donde se estaban realizando trabajos de movimiento de tierra para, aparentemente, construir viviendas y donde antes había una tosquera. Estaban numerados y rellenos de concreto. Allí se mantuvieron los restos de Galañena Hernández hasta que el grupo de niños que cazaba vio los huesos. El fiscal Luis Angelini ordenó que la Superintendencia de la Policía Científica realice una búsqueda intensiva para determinar si hay más barriles en el predio y también que se analicen los encontrados con el fin de determinar si estuvieron en ese sitio durante 36 años o fueron recientemente depositados allí.

Rafecas había señalado en su resolución, al hacer alusión a los barriles hallados en 1976: “El proceso de la deshumanización, que comenzaba con la captura y continuaba en el campo de detención y tortura, tuvo en estos casos un final que difícilmente pueda ser superado desde la perspectiva de la eliminación de todo vestigio de condición humana para con los cautivos: hay que caer en la cuenta de que personas con las que compartimos una misma cultura, una misma civilización, ejecutaron de un disparo en la cabeza a hombres y mujeres que estaban a su merced; luego se procuraron tambores, arena y cemento; luego, no sin esfuerzo, y seguramente de propia mano, colocaron los cadáveres en los tambores, los rellenaron, los sellaron, llevaron con sus brazos la carga de restos humanos hasta los camiones y finalmente arrojaron los tambores al río”.